Atletismo Cartama: I Campo a través Rincón de la Victoria.

3 de abril del 2.022.

Y después del sábado llega el domingo, y hay más carreras.

La elegida fue el ‘I campo a través Rincón de la Victoria’.

Carrera con cerca de 600 inscripciones donde fuimos a parar un buen puñado de cartameños.

La mañana se presentó bien, pero poco a poco, se fue levantando un viento helado, y el sol se escondió tras un cielo gris.

Pasé más frio que un perro chico, hasta tal punto que me tuve que ir al coche mientras esperaba que corriera Ale.

La carrera era primeriza y se notaba.

Faltaban algunos detalles por pulir, como una buena señalización, o algunos voluntarios más.
La fruta no llegó para todos, aunque con la gran afluencia de corredores, puede ser comprensible.

Y lo mejor de todo, siento decirles que esto no era un cross, ¡esto era un mini Trail!

Llegamos bastante temprano y junto con Román nos dimos una vuelta para ver el circuito, que era nuevo y desconocido.

A primera hora la señalización todavía no estaba del todo pulida, así que pensamos que habría algún tipo de error y lo corregirían.

¡Pues no!

Aparte de que los recorridos no estaban del todo definidos, ya que había 3 diferentes, aquello era Trail aunque le hubieran llamado cross.

Caminos muy estrechos con zonas donde era casi imposible adelantar; cuestas que daban miedo y terreno totalmente asilvestrado, lleno de piedras, palos y ramas.

En la parte ‘fácil’ teníamos badenes, neumáticos y troncos.

... La difícil había que vivirla.

Cuestas que te costaba subir andando, otras que había que subirlas dando saltos, senderos muy estrechos, resbalones por doquier y bajadas donde te podías romper la crisma.

Al final de la bajada más grande habían tenido la gracia de poner dos voluntarios de protección civil.

Perdonarme, pero soy de sonrisa fácil. Ese detalle me hacía reír cada vez que conseguía bajarla sin pegarme el batacazo padre. Me hacía sentir que por lo menos me recogerían y no me quedaría en mitad del monte. :-)

Salvando todo esto: ¡Me lo pasé bomba! Aunque reconozco que si llego a saber que era un trail no vengo.

No sé cuantas veces vi peligrar mi integridad física. Y como me dolían las piernas subiendo las cuestas. Ni de dónde sacaba las fuerzas para volver a saltar. Ni como conseguí acabarla.

Si ayer anduve, hoy ya ni os cuento. Y reconozco que en la primera vuelta echaba demonios por la boca. Pero cuando acabas la carrera estás más feliz que una perdiz.

Mis tiempos en una carrera de seis kilómetros andan por 6 minutos el kilómetro, aquí pasé ampliamente de los ocho.

Volví a llegar el último, pero mi predecesor sólo me sacó unos 30 seg. ¡Bien!

Un bonito detalle: medalla de finisher para todos. ¡Mi primera medalla!

No puedo contar más del resto porque acabé ‘reventao’, y con el frío que se levantó me fui al coche a esperar. Pero antes ya vi alguna caida entre los más pequeños.

También me han comentado que al levantarse el viento, por el polvo en suspensión, o por la humedad, los ojos se te nublaban, dificultando la visión y aumentando el riesgo de caida.

¿Pero alguien ganó algo? Si claro. Cártama nunca defrauda.