VII Carrera Popular Villanueva de Tapia

2 de abril del 2.022.
 


Sábado. A las nueve de la mañana ya estábamos en Villanueva de Tapia.

Poco ambiente había a primera hora, aunque a lo largo de la mañana la cosa se fue animando con la llegada de los benjamines, prebenjamines y acompañantes.

Sólo 124 corredores inscritos. Se notaba que la gente se reservaba para las carreras del día siguiente.

Y allí que estábamos una pequeña representación del Cártama para echar el rato.

El día se presentaba fresco, y a mí, que últimamente no acierto con la ropa que debo llevarme, me obligó a ponerme al sol buscando su calorcito.

Con el paso del tiempo tanto sol como la temperatura fue subiendo y se agradeció.

La primera fue la carrera con las categorías pertenecientes a Infantil, cadete y juvenil.

Allí Alejandro Bustamante tuvo un pequeño percance con un corredor local, el cual en su afán de victoria empujó a éste, hasta hacerlo chocar contra una pared.

El hecho fue visto por el numeroso publico de la zona y se pidió la descalificación por conducta antideportiva, pero al final sólo se quedó en una llamada de atención.

Reconozco que un mal día lo tiene cualquiera, pero habrá que estar pendiente de este joven atleta y procurar que ‘los malos días’ no se conviertan en costumbre.

Incluso con esta actuación, adelanto que Alejandro consiguió llegar en primera posición en su categoría.

Por lo demás, todo bien.

Recorrido típico por las calles del pueblo que variaba las vueltas y longitud dependiendo de la categoría del corredor.

Buena organización, abundante fruta y bebida, y medalla extra para 4º, 5º y 6º clasificado en prebenjamín y benjamín.

Trofeo para el primer clasificado, unas preciosas medallas para 2º y 3er puesto, y botellita de aceite de la zona para los tres.

Entrando ya con los mayores, empezaré comentado mis dudas respecto a la longitud de la carrera.

Nunca había corrido tantos kilómetros, ya que suelo correr 10, así que hice una prueba en los alrededores de Cártama y el jueves me dediqué a hacerlos.

5 botijos, como llamamos aquí al recorrido que realicé. (1 hora y 34 min.)



Encontré que a partir del kilómetro 12 empecé a marearme. Bajé el ritmo y conseguí hacerlos.

Ante el síntoma del mareo, los compañeros me recomendaron agua, gel, bebida isotónica, o algo como unas gominolas.

Al final me traje 3 gominolas gordas, que era lo que tenía en casa.

Pues nada. La primera en la frente.

Nada más comenzar la carrera, a los pocos metros, me encuentro con unas cuestas enormes que me obligan a subirlas caminando. ‘Mal empezamos. Me voy a pasar media carrera andando’.

Por suerte sólo eran los primeros tramos. Después la carrera se pone muy accesible e interesante. Básicamente porque tras la dura subida los siguientes kilómetros tienden de media a bajar.

El camino era estupendo. Muy ancho, muy bien cuidado y parecía que lo habían acondicionado expresamente para la carrera.

Subidas, bajadas, curvas, ligera brisa, árboles con sombra, en su mayoría encinas, y un bonito paisaje.

Se me hizo muy cómoda, larga, pero cómoda.

La monotonía la rompía diversos charcos, zonas de barro y riachuelos que cruzaban el recorrido. Casi todos fácilmente saltables o esquivables.

Sólo 3 ó cuatro veces tuve que meter el pie en el agua porque el riachuelo era muy ancho; por lo demás, todo muy bien.

La guinda del recorrido la ponía la cuesta de vuelta al pueblo, que por supuesto había que subirla andando. Alrededor de un kilómetro de ascención de la buena, muy dura al principo.

Ya dentro del pueblo, recobras un poco el aliento, y aunque seguía siendo cuesta arriba, ya puedes volver a correr.

Volví a ser el último-último, pero por lo menos los tiempos con los predecesores ya no son tan humillantes. Creo que poco a poco voy mejorando.

Además bajé mi tiempo de referencia de Cártama en unos dos minutos.

La organización de esta carrera en particular fue excelente.
Te daban ánimos y una botella de agua directamente abierta en mitad de recorrido, y el detallazo de poner a los pocos metros una papelera y después otra para que la tiraras.

Particularmente no suelo ser de beber. Tomé poquísima. Básicamente me enjuagué la boca porque no me fiaba de llenarme la panza de agua, y aproveché para comerme muy despacio mi primera gominola.

Más tarde, sobre el noveno kilómetro me comí la segunda y me sobró la tercera.

Con esto, y la poquísima agua que tomé, no me mareé. ¡Objetivo cumplido!

La carrera tenía voluntarios prácticamente en cada cruce. Gigantescas flechas en el camino realizadas con algo que parecía cal. Señales y trozos de bandas por todos lados… Pues incluso así, un poco más y me pierdo.

Me despisté pensando en las musarañas y me metí por dónde no era en un cruce.
Inmediatamente me avisó el voluntario de turno, aunque reconozco que de reojo ya había visto una flecha gigante en el suelo y me disponía a cambiar mi dirección.

En líneas generales una bonita experiencia, aunque algo dura.

¿Y los podiums?


 

- Alejandro Bustamante. Oro. Infantil Masculino.

 

- Alberto Crespillo. Plata. Cadete Masculino.

 

- Maria Gallardo. Oro. Cadete Femenino.

 

- Marta Martín. Plata. Master 45 Femenino.






¡Enhorabuena a todos!



- Galería.


No hay comentarios:

Publicar un comentario