V Carrera Popular "La Molienda de Riogordo"

26 de febrero de 2023.

 

Un cielo plomizo, lluvia intermitente tanto por el camino como en el lugar, y un viento helado, fueron las características climáticas del día de la carrera en Riogordo.

206 inscritos, de los que 7 eran del Cártama, pasábamos frío esa mañana.

El viento hacía que la sensación térmica fuera bajísima y deslucía o aderezaba, según se mire, la jornada de este domingo.


Una carrera que se me antojó durísima, sin apenas terreno llano. O subías o bajabas, pero nada de tramos planos para poder estabilizarte. Tres días después aún tengo agujetas.

Volviendo al tiempo, por lo menos paró de lloviznar, el viento amainó un poco y el sol salía a veces. Al final la jornada no fue tan mala.

Las carreras menores, como viene siendo habitual, transcurrían por el casco urbano.

Consistía en un circuito de unos 600 metros al que se le daba vueltas.

La organización ha ido mejorando y cogiendo experiencia. En el circuito menor ya apenas se producen caídas, no como en los inicios, dónde era siempre la tónica y además bastante numerosas.


 


Las pendientes son muy fuertes en el pueblo, y el suelo suele resbalar. Depende de cómo escojas el recorrido, provocas más o menos caídas.

Por ahí un diez, esto señores cada año lo hacen mejor y más, como veremos más adelante.


La carrera mayor ha pasado en esta edición de 15 km a 9, según comentarios de los corredores.

Dura, aunque mayoritariamente con cuestas asequibles que conseguí correr la mayoría.

Durante todo el trayecto acompañé a dos veteranas con tiempos similares a los míos en esta carrera: Rose Anne Mazure y Mollie Warren.
 

Me lo hicieron pasár bomba intentado adelantarlas y, cuando a duras penas lo conseguía, ellas volvía a adelantarme.

Sobre todo Rose Anne, que tuvo unas bajadas de muerte.


En lo alto del recorrido disfrutamos de unas preciosas vistas que me dieron ganas de pararme a ver el paisaje.

No lo hice, pero os juro que aminoré un poco la marcha para verlo.

Además en una curva me encontré una grata sorpresa por parte de la organización: un puesto de bebidas y frutas.

Hice acopio de medio plátano que me vino de escándalo. Comí mientras seguía corriendo.

Ya en los dos últimos kilómetros, la mayoría de las cuestas arriba la cogí andando, pues no podía ni con mi alma.

Tenía que guarda algo de fuerza para la entrada al pueblo, pues la última calle era para arriba y no quería bajo ningún concepto subirla andando... y lo conseguí.


Al terminar agua, Aquarius, dátiles, gominolas y cerveza para todos. Creo que también repartieron piruletas.


Desde mi punto de vista, que es la cuarta o quinta vez que vengo, la carrera va a mejor.

Los premios: medallas por encima de la media en cuanto a calidad. Aceite para los primeros de la general.

 


Nombrar también que la bolsa del corredor consistía en una gorra y la correspondiente botellita de aceite de la zona.


Los podiums:


 


Sara Baena. Oro. Cadete Femenino.
Miriam Guzman. Plata. Caede Femenino.




 Jose Manuel Baena. Plata. Master 50 Masculino.
(¡Carrerón! No consiguió oro por tan sólo 6 segundos).



¡Enhorabuena a todos!



...Y tras la jornada mañanera, una buena comida en compañía de amigos, que es lo que más me gusta de las carreras.

En Riogordo, ese mismo día, se celebra 'la molienda', con muchos eventos relacionados con el aceite.

Así que puedes completar la carrera pasando el rato por el pueblo.

 

Pd. 

Como siempre un enorme agradecimiento a mis reporteras favoritas:

Isabel Estevez y María José Berlanga, que hacen de éste, un blog lleno de fotos.

¡Muchas gracias!



- Galería.
 

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